27 de noviembre de 2014

Eran las tres y pico
Desconozco el pico y las tres
Pero de lo poco que puedo recordar,
Siempre recuerdo una cosa.

Él estaba en una esquina,
esperándome sin esperarme
y yo lo buscaba sin buscarlo.

Como si una inercia inevitable
quisiera hacerme llegar allí.

Y todo fue tan raro al principio,
como fue de raro después.

Pero solo hace falta verle bien, 
para saber qué es tener suerte,
para saber qué es sentirse afortunado,
para saber qué es un amigo,
para saber qué es querer.

Y un año después solo espero
que tantas horas y tantos días,
hayan creado un gran cimiento,
para tocar el cielo encima de él.

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