PARA MONTSE.
Yo, que vengo de lejos, vida arriba
que dejé atrás senderos de tristezas
y muchas, muchas lágrimas,
a ti, niña de luz, joven promesa
hoy quiero regalarte una sonrisa.
Asómate a la vida,
por la ventana azul de la alegría,
elige un pensamiento que te lleve,
por caminos tranquilos
donde duermen los duendes,
donde duermen las musas,
esperándote.
Diles que eres poeta, que naciste...
para darle color a las palabras,
para hacer con las letras serpentinas
que adornen los paisajes oscuros de la vida.
Cuando te encuentres sola,
cuando a tu puerta llame la tristeza
no le abras pregunta,
si viene acompañada por esa oscura pena
que oprime el corazón atormentándolo.
Si tan solo es tristeza, puedes abrir sin miedo.
La tristeza, es tan solo una brisa llorona
que al derramar sus lágrimas,
aligera su peso y sigue su camino cual indefensa nube.
Yo sé mucho de penas oscuras,
de fantasmas, y de como alejarlos.
Niña de luz escucha a la experiencia
abre le tu ventana a la alegría
y ríe, ríe fuerte aunque no tengas ganas
por que la risa espanta los fantasmas.
Cualquier clase de amor, hasta el mas puro
puede herir cual la mas bella rosa.
Tú puedes elegir en el recuerdo
su mágico color... o, aquella espina
que te dejó su huella.
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