14 de septiembre de 2011

Onírico


Fantasmas del pasado son los que hoy duermen conmigo,
recuerdan, despacio, y susurran.
Tantos tics quedaron dentro, que entre sábanas se escurren,
lentos, macabros y sin pena ni gloria, duermen.

Duermen conmigo.

Palabras tentadoras hacen del pretérito un Dios,
y entre el blanco se resbalan,
y entre el negro me torturan.
Y hacen de verbos, imágenes,
y de un mal recuerdo, preguntas,
¿porqué?¿y si..?

Por eso, duermen conmigo.

Mi carne débil como un cuerpo se esconde,
temblorosa, fatigada.
Y no escucha más razones que las del compañero de cama,
envejecido y gris, penetrando su mirada.

Él duerme conmigo.

Y no preguntes al pasado porqué
en tus sábanas vive,
y no preguntes al destino,
porqué no se despide.
Y van pasando los años... tal vez de un recuerdo se viva.
Y el presente ya es de antaño,
con sus letras ya marchitas.

¿Valdrá la pena un despido?
Tal vez soñar a solas, sin que él duerma conmigo.

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