2 de enero de 2012

Minúsculamente


Inevitable, a veces, sentirme tan torpe dentro de la inmensidad del mundo. Ilusa, enamoradiza o repelente, extraña, diferente... como si importase quién fuese yo y cuáles fuesen mis aspiraciones. Como si importase mi alrededor y lo que rodeo. Como si importasen mis llantos o mis carcajadas, que en el aire de la vida y en el suspiro del tiempo, mueren ahogadas, como si nunca hubiesen existido. Así de fácil. Invisiblemente viva, inevitablemente absurda. Estúpida y minúscula, cambiando lo que me rodea e incluso a mí misma, y a la vez sin cambiar nada. Alegre e inocente, más correctamente ignorante, frente a lo que no significo nada pero que lo es todo para mí, la vida. Lo único que tengo, por cierto, mi vida...

2 comentarios:

  1. Creo que es lo mejor que he leído en el blog, en serio. Igual es porque me siento un poco identificao con la reflexión pero vaya... es muy bueno!

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